A mi me encantan las historias del libertador y he investigado y escrito demasiado al respecto, pero ahora bien imaginemos siete personas de aproximadamente 80 años como mínimo, vestidos con uniformes raídos por el tiempo, en mal estado, caminando junto al ataúd por las calles de Buenos Aires a la vista de miles de argentinos. Sin lugar a duda esta situación hubiera llamado la atención de los presentes. Revisando el archivo de distintos diarios, no encontramos ninguna publicación que menciona la presencia de posibles granaderos que habían luchado junto a San Martín.
A pesar de que la esperanza de vida era mucho más baja que la actual, no se puede descartar la posibilidad de que hubiese sobrevivientes de aquel regimiento que había armado el segundo triunvirato en 1812, que fueron parte de la campaña libertadora que logró la independencia de la Argentina, Chile y Perú. Pero hay indicios que indican que si seguían con vida, los siete no estuvieron presentes en mayo de 1880.
Según cuenta el historiador Daniel Balmaceda, se pudo haber generado una confusión con los siete granaderos que regresaron en un grupo de 78 hombres a Buenos Aires. "Había siete que eran granaderos y habían salido de Buenos Aires en 1814. Participaron en toda la campaña libertadora. Uno de ellos era Félix Bogado, que había sido uno de los prisioneros de los realistas cuando San Martín los enfrentó en San Lorenzo. Él era parte del ejército de Granaderos, pero murió en 1829. Por eso descartamos también esta posibilidad".
Otro de los asuntos que alimenta la idea de que la historia no es verídica es el uso de los uniformes. En 1880, el regimiento no existía, ya que había sido disuelto por el presidente Bernardino Rivadavia en 1826. En esos años, cuando los granaderos volvían de la campaña, devolvían el uniforme con las armas, porque le pertenecían al Estado.
Aunque ese día sí se vieron uniformes, no fueron usados por los verdaderos granaderos que lucharon junto a San Martín durante la campaña libertadora. Según publicó LA NACION en su edición del 28 de mayo de 1880, la orden general para el desembarco de los restos de San Martín incluía la presencia de distintos rangos militares y entre todas las tropas, había un reconocimiento a los Granaderos.
"Los ocho palafreneros que guiarán el carro fúnebre serán del Regimiento 1° de Caballería de línea , quienes serán también promovidos a Sargentos 2° y vestirán para este acto el uniforme de los Granaderos a caballo", dice el texto que muestro en la imagen.
Dicho y hecho. Tras la procesión fúnebre, los sargentos de Caballería que habían vestido como granaderos lograron su ascenso. "Ayer a las 5 y ½ de la tarde han terminado recién su tarea los palafreneros a quienes le ha cabido la honra de vestir el traje de los Granaderos a caballo. Regresaron a sus cuarteles por la calle San Martín, llenos de marcial arrogancia, mirados con simpatía por los transeúntes", escribió LA NACION en su edición del 30 de mayo, el día después de la procesión fúnebre.
Hasta el mismísimo ejército argentino se refirió a la historia como una "fábula" y la comparó con el Sargento Cabral, que en su agonía dijo moría contento por batir al enemigo. "Son historias con tradición oral, nunca vamos a saber si son ciertas porque no hay ningún documento que las testifique", dijeron desde el Ejército.
El general San Martín y sus granaderos conforman una pieza trascendental no solo de historia argentina, sino de la historia miitar de Occidente. Fueron vitales en la lucha por la independencia de la Argentina, Chile y Perú. Y con este relato y tantos resalto su grandeza al principio militar por un lado y masonico por el otro. Solo que no hay mimgun antecedente historico, militar o periodistico de esta historia, lo que es muy raro. Si, cada uno puede elegir creer como una historia veraz, o para los investigadores tan solo un lindo cuento, como tantos del romanticismo historico.