Hipólito Bouchard

La independencia americana no puede entenderse sin la masonería
Es corriente afirmar que la masonería estuvo involucrada en el nacimiento de las repúblicas a partir del siglo XVIII.
En efecto, la revolución americana, es vista como un resultado de la lucha de las agrupaciones fraternales
Uno de ellos, Hipólito Bouchard nació el 15 de enero de 1780 en Bormes, cerca de Saint Tropez, Francia. Desde muy pequeño se incorporó a la marina y en un barco francés llegó a Buenos Aires para quedarse en 1809, pocos meses antes del comienzo de la Revolución de Mayo.

Bouchard, un liberal francés, pronto comenzó a sentir una profunda simpatía por las ideas expresadas por el sector más radical de la Junta liderado por Mariano Moreno y puso sus conocimientos navales a disposición de la Revolución. El gobierno lo nombró segundo comandante de la recientemente creada flota nacional. El 2 de marzo de 1811 el Combate de San Nicolás de los Arroyos constituyó el bautismo de fuego de la nueva escuadra. Lamentable fue una derrota.

El 3 de febrero de 1813, otro bautismo de fuego, el del Regimiento de Granaderos a Caballo al mando de San Martín en San Lorenzo, encontrará nuevamente a Bouchard dispuesto a todo. Dice San Martín en el parte de guerra : "una bandera que pongo en manos de V.E. y que arrancó con la vida del abanderado el oficial don Hipólito Bouchard".

San Martín tomará nota de la actuación del temerario francés y lo tendrá muy en cuenta a la hora de recomendárselo al almirante Guillermo Brown para hostigar a los españoles en el Pacífico y preparar de esa manera el asalto final sobre Lima. En 1815, comenzó la campaña de guerra de corso dirigida por Brown, con la fragata "Hércules" y el bergantín "Santísima Trinidad" acompañado por la corbeta "Halcón" al mando de Bouchard.
Ya en octubre de 1815 pudieron apresar fragatas españolas y bloquear y atacar el puerto de El Callao. Siguieron viaje y atacaron las fortificaciones cercanas a Guayaquil. En 1816 volvieron a bloquear la entrada al puerto de El Callao y hundieron la fragata española "Fuente Hermosa". Pero la etapa más novelesca de la vida de Bouchard estaba por comenzar.

El 18 de marzo de 1818, el Capitán Hipólito Bouchard atacó las posiciones realistas en Sonsonate, El Salvador. Hizo ondear la bandera azul y blanco, por primera vez en lo que sería Centroamérica. Manuel José Arce que se hallaba en el puerto se quedó admirado de la valentía y arrojo de los corsarios cuya patente había sido extendida por las Provincias Unidas del Río de la Plata, que se habían constituido en 1810.

Con los colores invictos, el Capitán Bouchard se dirigió a Chinandega, Nicaragua, donde también tomó el puerto El Realejo, bajo el lema de Unión y Libertad. Las batallas que realizó Bouchard, le ganaron la admiración de los próceres de la indepencia. Cuando se escogieron los colores de la libertad, no hubo duda, fue la bandera invicta la que se adoptó. Sobra indicar que Bouchard participaba de las logias lautarinas de Buenos Aires.

De lo dicho, cabe explicar que si bien la masonería participó activamente en el movimiento independentista, tampoco se puede señalar que todos los participantes eran masones. Muchos miembros del clero participaron en estos eventos. Algunos eran miembros de la orden, otros no. La independencia fue un movimiento de masas, no una asonada y mucho menos un conciliábulo. En ella se jugaba, afirmar la libertad para todos, la igualdad de la ciudadanía y la construcción de una patria fraterna.
Mitre la resumió de esta manera :

"... Una campaña de dos años dando la vuelta al mundo en medio de continuos trabajos y peligros, una navegación de diez o doce mil millas por los más remotos mares de la tierra, en que se domina una sublevación, se sofoca un incendio a bordo, se impide el tráfico de esclavos en Madagascar, se derrota a piratas malayos en Macasar, se bloquea a Filipinas, anonadando su comercio y su marina de guerra, se domina parte de Oceanía imponiendo la ley, a sus más grandes reyes por la diplomacia o por la fuerza ; en que se toma por asalto la capital de la Alta California, se derrama el espanto en las costas de México, se hace otro tanto en Centro América, se establecen bloqueos entre San Blas y Acapulco, se toma a viva fuerza el puerto de Realejo apresándose en este intervalo más de veinte piezas de artillería, rescatando un buque de guerra de la Nación y aprisionando o quemando como veinticinco buques', enemigos...".
Carta a Bouchard del Gobierno argentino
El 9 de julio de 1817, zarpó la fragata "La Argentina" -que era una nave española llamada anteriormente "Consecuencia" de la cual se habían apoderado- al mando del Capitán Bouchard, desde la ensenada de Barragán
para cumplir un crucero de corso, que había de durar dos años. Navegando por aguas del Atlántico Sur, llegó a Madagascar y frustró el embarco de esclavos que estaban a punto de concretar tres buques ingleses y uno francés.
"La Argentina" siguió navegando rumbo a las Filipinas para perjudicar el trafico comercial de los buques españoles y rechazaron el ataque de cinco buques piratas malayos. En las islas Hawai Bouchard se entrevista con el rey
Kamehameha y firma un tratado haciéndole reconocer la Independencia Argentina proclamada por el Congreso de Tucumán.
El rey hawaiano, hacía treinta años que gobernaba las islas y los viajeros lo llamaban el Napoleón de la Polinesia.
Había logrado formar una confederación de las islas hawaianas con capital en Karakakowa. Kamehameha le provee a Bouchard de 100 marinos y le devuelve la goleta Chacabuco capturada por sus hombres.

La flota compuesta ahora por franceses argentinos y hawaianos, pone proa a California, llegando a su capital, Monterrey, el 22 de julio de 1818. Tras duros combates logra tomar el fuerte y hace flamear la bandera de Belgrano
por seis días en California. Tras el ataque a Monterrey, las tropas de Bouchard arrasan la misión de San Juan, Santa Bárbara y otras poblados españoles de alta y baja California.

El 25 de enero de 1819 bloquea el puerto de San Blas y ataca Acapulco de México. En Guatemala destruye Sonsonate y captura bergantines españoles. En Nicaragua, toma Realejo, el principal puerto español en los mares

de Sur, y se apodera de cuatro buques españoles. Bajando hacia el Perú sigue hostigando las posiciones españolas sobre el Pacífico. Las naves de Bouchard llegaron el 9 de julio de 1819 al puerto de Valparaíso, justo a tiempo para
integrarse a la flota que San Martín preparaba para tomar Lima.

La travesía de "La Argentina" había durado dos años durante los cuales Bouchard y su gente sostuvieron trece combates navales, capturaron o destruyeron veintiséis buques y decomisaron la carga de cuatro barcos negreros -liberando a los prisioneros- y de dos naves inglesas y una de los Estados Unidos.
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